JULIO ZAMORA LE RESPONDIÓ A CAPUTO: “TENEMOS QUE DERRIBAR EL MITO DE LOS MUNICIPIOS COMO RECAUDADORES COMPULSIVOS”
*Por Enzo Araujo.
El gobierno nacional a través del Ministerio de Economía le solicitó a las provincias que deroguen las “tasas municipales”. El ministro – y vecino de Tigre, más precisamente del cantri Club Newman de la localidad de Benavídez – Luis “Toto” Caputo tuiteó: “Seguimos dando la batalla contra el atropello de los intendentes que abusan de sus vecinos.” El intendente Zamora enfatizó que los municipios, en especial los del Gran Buenos Aires, se hacen cargo de muchas más cuestiones que el alumbrado, barrido y limpieza tales como seguridad, salud o ayuda alimentaria.
Ante la nota enviada por parte del Ministerio de Economía varios intendentes sentaron postura. En el caso de Tigre, Julio César se manifestó a través de la red social X, ex Twitter. “Los gobiernos municipales garantizan la sostenibilidad del sistema democrático”, expresó Zamora que acto seguido agregó: “Ante la confrontación ejerzamos la fuerza del diálogo.”
Julio consideró que es un mito que los municipios sean recaudadores compulsivos: “del total de la carga impositiva que tienen los ciudadanos argentinos, considerando una base 100 respecto de impuestos directos e indirectos, el Estado Nacional recauda un total de un 80, las provincias un 17 y los municipios solo el 3 aproximadamente.”
Sumado a eso, el intendente de Tigre señaló la influencia del gobierno de Milei sobre las grandes empresas de medios, en este caso para atacar a los gobiernos locales: «Esto demuestra palmariamente el injusto avance mediático del Poder Ejecutivo Nacional, sobre el escalón más bajo y sensible de la democracia.»
Para cerrar su mensaje, Julio César explicó cómo funcionan los ingresos y egresos de los municipios con cierta chicana astuta entre líneas: «Están auditados por el órgano de la constitución provincial que es el Honorable Tribunal de Cuentas, por el Honorable Concejo Deliberante de cada comunidad -con una representación de todo el arco político- y cotidianamente por nuestros vecinos, que cada dos años expresan su apoyo o descontento por lo actuado por cada intendente. Además de ello, nos es imposible emitir moneda, y estamos obligados a tener un estricto balance entre ingresos y egresos, esto es, no podemos tener déficit.»
Los gobiernos municipales garantizan la sostenibilidad del sistema democrático. Ante la confrontación ejerzamos la fuerza del diálogo.
En un reciente posteo en redes sociales el Ministro de Economía Luis Caputo, intimó a los gobiernos provinciales a efectos de que promuevan la derogación de “tasas municipales” (el entrecomillado es textual) con el argumento de que no guardan relación con el costo de la prestación del servicio.
El enunciado configura un avasallamiento del federalismo y de las autonomías municipales consagrados en nuestra Constitución Nacional y similares provinciales.
En primer lugar, tenemos que derribar el mito de los municipios como recaudadores compulsivos. En efecto, del total de la carga impositiva que tienen los ciudadanos argentinos, considerando una base 100 respecto de impuestos directos e indirectos, el Estado Nacional recauda un total de un 80, las provincias un 17 y los municipios solo el 3 aproximadamente.
Esto demuestra palmariamente el injusto avance mediático del Poder Ejecutivo Nacional, sobre el escalón más bajo y sensible de la democracia: los gobiernos locales.
Respecto de ese 80% del total de impuestos que pagan los ciudadanos, el Estado Nacional no solo no ha tomado una sola medida que implique menor carga impositiva para los contribuyentes, sino que las ha aumentado al reponer el impuesto a las ganancias, además de profundizar la distribución injusta del ingreso de la población, en contradicción con los postulados de la constelación libertaria.
Los municipios que gestionamos, particularmente en el ámbito del Gran Buenos Aires, han tenido en las últimas dos décadas un incremento considerable de sus misiones y funciones, particularmente a partir del desmoronamiento del Estado Nación en diciembre de 2001.
En segundo lugar, es público y notorio que los municipios hoy ya no son los que se ocupan del alumbrado, barrido y la limpieza (ABL), sino que, a tenor de la crisis social y de seguridad sobrevinientes, han tenido que aguzar el ingenio a fin de cumplir las expectativas de nuestras comunidades referidas a protección ciudadana (seguridad), salud, políticas sociales diversas -desde la ayuda social directa, alimentaria y de hábitat hasta políticas integrales para niños, niñas y adolescentes, mujeres y diversidades- políticas educativas, deportivas y culturales, asistencia y acompañamiento de instituciones de la comunidad a fin de que no se deteriore el tejido asociativo; mantenimiento de nuestros espacios públicos, atención de emergencias a raíz de fenómenos emergentes de la crisis climática, etc.
Todas esas políticas, que los ciudadanos perciben y que están sujetas cotidianamente a su control y aprobación o desaprobación, son sostenidas con ese aproximado 3% de todas las cargas impositivas que existen en la Argentina. Con esos escasos recursos los gobiernos municipales garantizan la sostenibilidad del sistema democrático, asegurando la paz y cohesión social en nuestras ciudades a partir del amplio abanico de políticas que impactan en el desarrollo humano de nuestros vecinos.
En tercer lugar, nuestros ingresos y egresos están auditados por el órgano de la constitución provincial que es el Honorable Tribunal de Cuentas, por el Honorable Concejo Deliberante de cada comunidad -con una representación de todo el arco político- y cotidianamente por nuestros vecinos, que cada dos años expresan su apoyo o descontento por lo actuado por cada intendente. Además de ello, nos es imposible emitir moneda, y estamos obligados a tener un estricto balance entre ingresos y egresos, esto es, no podemos tener déficit.
Del conurbano norte el intendente Ariel Sujarchuk también comunicó su parecer respecto de la medida realizando diversas contrapropuestas como reactivar la obra pública: «Sobre las obras de infraestructura…hace un año que todas están paralizadas por decisión de su gobierno. Las que se reactivaron, salen de los tesoros municipales. Es crucial que AySA retome trabajos de cloacas y agua corriente. No conozco casta que bombee agua de pozo.»