LA ÉPOCA PIDE AMISTAD PARA SOBREVIVIR
*Por Enzo Araujo.
Si quienes tenemos un sentir colectivo y cierta conciencia política e histórica sobrevivimos mentalmente a 2024 probablemente es porque pudimos refugiarnos en proyectos que implicaron el encuentro con otros. Trincheras podríamos decir. Leí por ahí que a lo mejor en esta época en la política predominará más el concepto de amigo que el de compañero. Es un debate semántico pero si hablamos de rosca, en muchos casos ha parecido que no importaba joder a un compañero por un supuesto bien mayor que difícilmente fue palpado en la realidad efectiva. Decía Perón en una de sus verdades que primero está la patria, luego el movimiento y luego «los hombres» o las individualidades podríamos decir hoy. ¿Y qué es la patria? ¿»Es el otro»? ¿Y quién es el otro? (Aunque quizás no haga falta, aclaro que estoy convencido de esa verdad peronista).
A nivel político el 2024 terminó con el despido de trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y distintos espacios de memoria para cerrarlos como el Centro Cultural Haroldo Conti. Ambos lugares se encuentran dentro del Espacio de Memoria Ex ESMA, donde la última dictadura llevó adelante el centro clandestino de detención, tortura y exterminio más grande. Las y los laburantes se enteraron de sus despidos el 31 de diciembre a la tarde. La decisión fue del actual secretario Alberto Baños, que es un ex juez que entró al poder judicial en la última dictadura cívico militar, y también del ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona.

El primer día del año, pasado el mediodía, me reuní con amigos y amigas para tener una tarde de risas y charlas de pileta. La anfitriona me dijo que no sentía mucho ánimo de festejar año nuevo. Esto se debe a que a lo mejor se percibe en el aire que la incertidumbre se hace presente o en todo caso la certidumbre de que el futuro inmediato no es positivo. “Entiendo que no vas a aceptar que todo lo que viene es peor”, canta El Mató a un Policía Motorizado en la canción Medalla de Oro y bien se le podría decir esa frase a una persona que continúe obnubilada por el gobierno nacional vigente.
Los siguientes días de enero – como la canción que le dedicó Shakira al hijo de De La Rúa luego de que este abandonó el gobierno y la policía mató a más de treinta personas – el poder ejecutivo se envalentonó con la privatización de la la empresa siderúrgica Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA S.A.) –más info acá – y el cierre de programas de investigación en ciencias sociales, en cambio climático, y cuestiones que les desagradan acordes a la narrativa oficialista. En cuestiones más cotidianas para la, llamémosle, gente de a pie, el precio de la garrafa aumentó un 10%. Siguen aplicando la doctrina del shock y no nos da tiempo de reaccionar a casi nada. Dicho sea de paso, hay dirigentes políticos de los y las que, al menos quien escribe, espera más ingenio e inteligencia.
Menos guita, menos tiempo
Evidentemente la guita alcanzará para menos. Quienes tienen un laburo rutinario ¿disponen de tiempo para trabajar más y llevar un mango extra? Cualquiera que viaje habitualmente en tren en horarios pico se dará cuenta que es muy difícil encontrar a alguien alegre dentro de los vagones a menos que recién haya visto un video de tik tok. Cyberpunk a pleno. De hecho el espíritu de ir al laburo en tren es muy parecido al logrado por el videoclip El Pobre de Attaque 77 con la salvedad de que la mayoría de los modelos de los coches cambiaron, kirchnerismo mediante, excepto el Urquiza.
Tiempo de colaboraciones
Para mantener la esperanza parece que no hay mucha más opción que colaborar con aquellos que tengan proyectos y anhelos en común. Ojo, también aplica para simplemente compartir buenos momentos con gente querida. Con amigos, amigas y amigues en definitiva. Nos unirá el espanto pero también la astucia, la comprensión y la solidaridad o estaremos perdidos. Reunirse con otros, el encuentro y la amistad son costumbres argentinas. No las abandonemos.
Recuerdos ajenos
Con respecto al tiempo disponible me acuerdo de mi viejo y su recuerdo de la crisis alrededor del 2001, es decir, antes y después del estallido llamado argentinazo. Como su trabajo era ser chofer de una camioneta escolar, naturalmente no tenía nada para hacer en el verano más que alguna changa eventual ¿Ahorros? “Sos media fantasiosa vos”, diría el meme de Ricardo de Okupas con la vecina. Esos años en enero y febrero se pasaba las tardes tomando mate con el padre de un compañero mío de jardín y de la escuela que se convirtió en amigo. Imagino que “esperando el milagro” como la canción de Las Pelotas ¿Irse de vacaciones? Eso pasó a partir de 2004 esporádicamente hasta que desde 2008 en adelante se hizo costumbre pero ese es otro periodo y otra historia.
Ya que está, escribo que me tienen cansado – para no decir hinchado las pelotas – les opinadores de redes sociales y de charlas de café que se quejan de que todavía no hubo un estallido como el de 2001 y que tal o cual sector social no salió al frente. Salí vos si tantas ganas tenés y si no te importa que te maten ¿O preferís que otros pongan el cuerpo? Si es así, guarda un poco de silencio.
Esto podría haber sido una publicación de Facebook pero ¿quién leería algo así en esa red social hoy? Últimamente me siento un poco un p3l0tud0 pero algo que aprendí en esta vida, salga bien o mal, es hacer las cosas con el corazón y no me refiero al órgano del sistema circulatorio. Se me ocurrió que era una buena forma de terminar esta nota.