El fútbol cumple un día más
Lionel Messi y Juan Román Riquelme, fieles representantes del amor a la pelota, los caños, tiros libres y esas filigranas de talento que quedarán guardadas en la memoria del pueblo futbolero.
De Lio podemos escribir páginas enteras con sus cuentos que parecen ficción, pero son bien reales, porque deleita al mundo con sus obras maestras y sube escalones en su camino a los anales históricos. Aún así, sigue siendo discutido por muchxs que, no se sabe la razón, se resisten a rendirse y disfrutar del fútbol en su máxima expresión. El que escribe fue uno de esos.
A Messi se lo ha llegado a silbar en canchas argentinas, pero siempre pudo revertir esa relación con el/la hincha de la selección, debido a sus ansias de querer llevar a la Argentina nuevamente a lo más alto del fútbol mundial, la pucha si lo hace día a día. Como esa vez, que dejó tirada a la mitad del Getafe y definió para sellar su arte o, cuando le clavó tres a Brasil, o cuando se lo mataba y nos llevó a Rusia con tres goles a Ecuador en la altura de Quito. Dejemos las zonceras.
Si hablamos Román, hablamos del último gran 10 de potrero, tenemos que decir que fue el mejor jugador que vi en un estadio argentino, la belleza o los dones artísticos llevados a ese deporte que se juega con la pelota. Él era lo impredecible como lo predecible dentro de una cancha, era el que se divertía como si estuviera jugando en la cancha del barrio San Jorge de Don Torcuato. Ese era el fútbol.
A Riquelme, más allá del potrero, hay que sumarle la estrategia y la táctica con las que condujo cada equipo en el que estuvo. Porque si algo no es, es zonzo. El poeta siempre supo que sus obras más grandes salían cuando todo estaba encausado bajo una misma idea y con un sentido de expresión colectiva. Amante del potrero y de la táctica.
Lio y Román, fútbol argentino con diferencias y similitudes, pero que representan ese sentir por la pelota y la pasión hacia parte de la cultura popular de nuestro país. ¿Quién no se emocionó con alguna de sus jugadas? ¿Quién no pensó, che habrá otro igual? Porque lo difícil lo hacen fácil, sin explicación. No hay porque resistirse.
A estos dos cracks los une el talento y…Su fecha de cumpleaños. Un nuevo cumpleaños del fútbol.
Ah! Si, un día más, porque el nacimiento está anotado en los registros: como el 30 de Octubre de 1960.